
Estos dos últimos meses están siendo especialmente duros en el trabajo. No paramos de recibir casos de animales en mal estado, abandonados, maltratados, siendo la mayoría de ellos gatos de menos de tres meses y sus madres, y perros (mal) considerados potencialmente peligrosos.
Los casos son muy variados, pero lo cierto es que no quiero dar pena ni aburrirles con un drama que todos sabemos que está ahí, conocemos la sociedad en la que nos movemos, no les voy a descubrir nada nuevo. Continuar leyendo «Reflexión en primera persona»